Desde los 6 años esta niña de General Cabrera realiza pruebas de mansedumbre con los animales. “Hay que tratarlos bien, no pegarles, sino ganarse su confianza”, asegura
Victoria Rovetto tiene 12 años y hace 6 que practica pruebas de mansedumbre con caballos. En el campo de su padre dedica horas a relacionarse con los animales.
Si bien vive en la ciudad, disfruta de sus visitas de fin de semana al campo ubicado al norte de General Cabrera.
Piensa que para lograr la obediencia del animal en la demostración de mansedumbre no hay que pegarle.
El próximo 3 de marzo participará con su demostración en las jineteadas de Las Perdices con pruebas para ella sencillas, pero con un profundo contenido de respeto por su yegua.
En el comercio de su madre, dedicado a las "pilchas gauchas", Vicky aparece con un caballo dibujado en su remera para su primera nota periodística. Desde hace 3 años tiene participaciones en eventos ecuestres.
El público disfruta de las presencias que muestran a Vicky en una estrecha y afectuosa relación con sus caballos y, ahora, con una vaca.
"Empezamos con mi papá en el campo. Hace bastante ya me comenzó a decir que me acostara para atrás, que recostara para adelante, que me dé vuelta, que me cuelgue del cogote del caballo", contó Vicky. También cuenta con la ayuda de Nicolás Arias, quien realiza “doma india”.
Katya y Ramón, sus padres, se emocionan. La mamá la filma con el celular. En los minutos previos confesó que está admirada por la relación que tiene su hija con los animales del campo.
Todavía está en la primaria y se prepara para comenzar en el año venidero a asistir a clases al Ipea 291, el colegio con orientación agropecuaria de excelencia en la región. De no mediar algún cambio de último momento, Vicky se inclina por este establecimiento educativo de continuo crecimiento en el acceso sur de General Cabrera.
"Me paseo por entre medio de las patas y las manos de la yegua. Me ubico abajo de la panza y después incorporamos hacer la vertical sobre el animal y otras pruebas más con el caballo acostado", enumeró Vicky a punto de ponerse una boina negra porque era el momento de las fotos para el diario.
“En Las Perdices es el tercer año que voy a hacer esta demostración y voy como invitada. En General Cabrera todo lo que hago se podrá ver el próximo 25 de mayo”, precisó.
A temprana edad Vicky demostró su amor incondicional por una yegua muy mansa que actuó con ella en los primeros años y luego falleció. "Antes lo hacía con una yegua que era lobuna. Lamentablemente falleció y estoy tratando de amansar otra, que incluso ya la puedo acostar en el piso. Me encantan los animales”, dijo la niña.
“Todos los fines de semana que puedo me voy al campo durante las clases y cuando llegan las vacaciones las paso todas ahí. Todos esos días practico y practico. Se tiene que tener paciencia y cuidar mucho a los animales”, resaltó.
Victoria Rovetto ingresará al campo de la doma, a trote lento, ante la mirada de miles de personas, acompañada por su padre, un conocido productor agropecuario, exalumno de Ipea 291 y hasta hace poco colaborador en las largadas de las carreras cuadreras del Hipódromo del Belgrano Cabrera Jockey Club.
“Son las jineteadas que organiza Mingo Rivoira, a quien le quiero agradecer la invitación y también a Jorge Albelo y a Fabián Heredia, uno de los periodistas gauchos de la provincia que vive en General Deheza y organiza jineteadas", expresó la pequeña amansadora.
A pesar de lo breve, en las presentaciones anteriores siempre despertó el aplauso del público. "Quiero seguir haciendo estas destrezas, estas demostraciones, quiero mejorar esto porque me gusta hacerlas. Intentaremos poner la yegua panza arriba y desde el otro costado. Para lograr esto tenés que tenerle mucha confianza al caballo. Nunca haberle pegado, porque después, cuando le levantás la mano, se cree que vos le querés pegar. Tiene que ser una yegua mansa. Yo a veces siento mucha ansiedad, pero también mucha alegría por poderlo hacer. Yo pienso que, con mucha paciencia, cualquier joven o adolescente como yo puede hacer estas pruebas. Tiene que saber algo de caballos y se tiene que animar", subrayó.
"El buen trato, aunque no se crea así, es lo mejor que hay para el animal. Si vos le pegas, él se acuerda de eso. Y si vos les tenes miedo, con el olfato sienten ellos que vos está nervioso y ellos están con miedo también. Sí hay que estar decidido, pero no pegarles. Ellos es como que se quieren defender. Quiero agradecer a mi papá y a mi mamá, que me llevan a los lugares que me están llamando para participar con estas demostraciones. Mis hermanas por ahí también me acompañan, me ayudan con los caballos y siempre que estamos en el campo las tres me ayudan en esto", remarcó.