El sarampión es una enfermedad infecciosa causada por un virus. Se disemina fácilmente de persona a persona y causa una erupción en la piel de color roja con manchas. Esta erupción suele comenzar en la cabeza y descender al resto del cuerpo. Otros síntomas pueden incluir:
-Fiebre
-Tos
-Moqueo nasal
-Conjuntivitis
-Sensación de dolor y malestar
-Pequeñas manchas blancas dentro de la boca
Algunas veces, el sarampión puede conducir a problemas serios. No existe un tratamiento, pero la vacuna contra sarampión-paperas-rubéola (MMR) puede prevenirlo.
La mayoría de las personas con sarampión se recuperan sin complicaciones en una semana. Sin embargo, para los lactantes, las personas con inmunodeficiencias y otras poblaciones vulnerables, las consecuencias de una infección por sarampión pueden ser graves. Pueden ocurrir complicaciones poco frecuentes, como neumonía, encefalitis, otras infecciones secundarias, ceguera e incluso la muerte.
Antes de que se desarrollara la vacuna contra el sarampión, la enfermedad mataba entre dos y tres millones de personas al año en todo el mundo. En la actualidad, sigue causando más de 100.000 muertes al año en todo el mundo. En el año 2000, se declaró la eliminación del sarampión en Estados Unidos, al no observarse una transmisión sostenida del virus durante más de 12 meses. Hoy, sin embargo, Estados Unidos y muchos otros países que también habían eliminado la enfermedad están experimentando brotes preocupantes de sarampión.
"LAS VACUNAS SON SEGURAS"
"Algunas personas son reacias a vacunar a sus hijos basándose en la desinformación generalizada sobre la vacuna. Por ejemplo, pueden temer que aumente el riesgo de autismo de su hijo, una falsedad basada en un reclamo desacreditado y fraudulento. Un número muy pequeño de personas tiene contra-indicaciones médicas válidas para la vacuna contra el sarampión, como ciertas inmunodeficiencias, pero casi todas pueden ser vacunadas con seguridad".
Cuando los niveles de cobertura de la vacuna disminuyen, el debilitado paraguas de protección que proporciona la 'inmunidad del rebaño' (protección directa que resulta cuando un porcentaje suficientemente alto de la sociedad es inmune a la enfermedad) coloca a los niños pequeños no vacunados y a las personas inmunocomprometidas en una situación de mayor riesgo. "Esto puede tener consecuencias desastrosas", alertan - "Si las tasas de vacunación continúan disminuyendo, los brotes de sarampión pueden volverse aún más frecuentes, esto es alarmante".